Otras tipologías biblotecarias: Las bibliotecas militares

Cuando se escribe sobre bibliotecas especiales de titularidad pública, se piensa en las hospitalarias, en las escolares, incluso en las bibliotecas de los centros penitenciarios… pero pocas veces se piensa en las bibliotecas de los ejércitos, y sin embargo constituyen una extensa red de centros documentales, poseedoras de riquísimos fondos, y pese a ello muy desconocidas para el público en general y hasta para la mayoría de los propios profesionales del sector. Para solventar en parte este desconocimiento, hablaré a continuación de las bibliotecas militares de los tres ejércitos.

Las bibliotecas militares se organizaron en red para trabajar de forma coordinada en 2008, para conservar y difundir el patrimonio bibliográfico del departamento así como para incrementar la calidad de sus servicios vía acciones coordinadas y cooperativas. Las coordina la Subdirección General de Publicaciones y Patrimonio Cultural. Hay tres subredes, una por cada ejército, con un total de 59 bibliotecas y 169 salas de lectura. De ellas, 15 son bibliotecas generales e históricas, 23 son bibliotecas especializadas y centros de documentación, y 21 son bibliotecas de centros de enseñanza.

La red de Bibliotecas de Defensa mantienen un catálogo colectivo (BiblioDef) con casi 600.000 registros, consultable vía web que trabaja con el SIGB AbsysNet, de la empresa Baratz, Servicios de Teledocumentación, habitual en otros sistemas bibliotecarios públicos. Posee varios subcatálogos temáticos, pudiéndose recuperar publicaciones periódicas, cartografía moderna, cartografía histórica, documentación musical y bibliografías especializadas.

El Ejército de Tierra gestiona sus bibliotecas, sus archivos y sus museos a través del Instituto de Historia y Cultura Militar, que es un organismo creado en 1997 siendo ministro Narcís Serra Rexach con las competencias de ejercer la protección, conservación, investigación y difusión del patrimonio histórico, cultural documental y bibliográfico del Ejército de Tierra. Su sede actual está en el Cuartel Infante D. Juan de Madrid, aunque es el continuador del Servicio Histórico Militar creado en 1939 y radicado en el antiguo Seminario de Nobles de la capital. A su vez el S. H. M. continuó la obra de dos veteranas instituciones del S. XIX, el Depósito de la Guerra (1810), con documentación archivística, histórica, jurídica, estadística y cartográfica para asesorar al Estado Mayor, y la Biblioteca General Militar (1843), que recibía de la BNE un ejemplar de cada obra de temática militar que le entrase por triplicado.

Sala de Lectura de la Biblioteca de la Academia de Artillería (Segovia)
Sala de Lectura de la Biblioteca de la Academia de Artillería (Segovia)
CC BY-SA 3.0 by Ministrillo vía Wikimedia Commons

El IHCM depende directamente del JEME y posee competencias en protección, conservación, investigación y divulgación del rico patrimonio histórico, cultural, mueble, documental y bibliográfico del Ejército de Tierra. Posee veintiuna bibliotecas que componen una subred dentro del Sistema Bibliotecario de la Defensa y son atendidas por personal profesional, tanto civiles como militares. A su vez dicha subred se subdivide en tres grupos: Bibliotecas Generales e Históricas (la Biblioteca Central Militar, en Madrid, y otras ocho bibliotecas históricas). En segundo lugar, las Bibliotecas de Centros de Enseñanza (la Biblioteca de la Academia General Militar, en Zaragoza, y otras ocho bibliotecas de academias y centros de especialización, como la de la Academia de Infantería, en Toledo). Y por último, las Bibliotecas Especializadas, que son la Biblioteca del Museo del Ejército (que comparte el edificio del Alcázar de Toledo con la Biblioteca de Castilla-La Mancha, integrada a su vez por la Biblioteca Regional y la Biblioteca Pública del Estado), la del Centro Geográfico del Ejército y la del Archivo General Militar de Ávila, en el Palacio de Polentinos.

En lo que se refiere a la Armada, sus bibliotecas, archivos y museos dependen de un organismo similar, el Instituto de Historia y Cultura Naval, que se creó en 1976 como sucesor del Instituto Histórico de la Marina (1942) y se dedica a la preservación de su patrimonio archivístico, documental y artístico, a la difusión, investigación de temas de historia naval, y a la gestión de sus archivos, bibliotecas y museos. Su subred de bibliotecas está encabezada por la Biblioteca Central de Marina, la del Estado Mayor de la Armada, tres de academias y centros de especialización (Escuela Naval Militar, Escuela de Guerra Naval y Escuela de Especialidades), tres de bases (Cartagena, Ferrol y San Fernando), la del Real Instituto y Observatorio de la Armada (San Fernando) y la del Museo Naval (Madrid). Además hay que citar la biblioteca digital que da servicio a la UVICOA, la Universidad Virtual Corporativa de la Armada.

Por su parte, el Ejército del Aire posee una subred integrada por la Biblioteca Central del Ejército del Aire, 4 bibliotecas de centros de enseñanza (Academias Básica y General, Escuela de Técnicas Aeronáuticas y Escuela de Técnicas de Mando, Control y Telecomunicaciones), que se agregan a la de la Base de Zaragoza y a la del Archivo Histórico del Aire. Dependen del Servicio Histórico y Cultural del Ejército del Aire (SHYCEA), que coordina también al Museo de Aeronáutica y Astronáutica y al Instituto de Historia y Cultura Aeronáutica.

Por último hay un cuarto grupo de bibliotecas administrativas, académicas y de investigación que no dependen de ninguna de los tres ejércitos sino directamente del Estado Mayor. Son las de los Centros Militares de Farmacia y de Veterinaria, la del Hospital Central de la Defensa «Gómez Ulla», la del Instituto de Medicina Preventiva, la Penitenciaria de la Defensa, la de las Escuelas de la Defensa, la del Instituto Tecnológico, la de Experiencias Hidrodinámicas, y las de los Centros de Documentación de la Defensa y del Centro Superior de Estudios de la Defensa Nacional (CESEDEN), que da servicio a la Escuela Superior de las FAS (ESFAS), la de Altos Estudios de la Defensa (EALEDE) y el Instituto Español de Estudios Estratégicos (IEEE).

La organización y acceso de la Red de Bibliotecas de la Defensa se regulan a través de un Reglamento Único de Bibliotecas de Defensa aprobado el día de S. Ildefonso de 2.008 siendo ministros de Defensa y Administraciones Públicas José Antonio Alonso y Elena Salgado, respectivamente.

No se puede dejar de citar la Biblioteca Virtual de Defensa operativa desde mayo de 2012 con fondos históricos digitalizados de los archivos, bibliotecas y museos militares: códices, películas, fotografías, manuscritos, impresos, grabados…así como también las publicaciones oficiales y científicas del Ministerio de Defensa, almacenadas en un repositorio OAI.

Ni el Portal de Cultura de Defensa. donde se puede acceder, de manera centralizada, a información de Archivos, Bibliotecas, Museos, información sobre cartografía y fotografía histórica, arquitectura e ingeniería militares, música militar, actividades divulgativas, publicaciones monográficas y seriadas, docencia e investigación militar y actividades institucionales (como actualmente los centenarios del General Prim y del Arma Submarina).

Más información a través del Directorio de la Red de Bibliotecas de la Defensa.

Antonio Casado

Responsable de Biblioteca en Campus Tecnológico de la Universidad de Castilla-La Mancha. Historiador, postgrado en Archivística. Interesado en Gestión Cultural y del Patrimonio, Museología, CRAIs, asociacionismo y gestión de la colección.

3 respuestas a «Otras tipologías biblotecarias: Las bibliotecas militares»

  1. Leyendo este post, no puedo sino acordarme de mi servicio militar en el antiguo Archivo Histórico Militar, que compartía instalaciones con la Biblioteca Central Militar. Unas cuantas anécdotas podría contar. Pero acaso lo más significativo era la perfecta organización de aquella biblioteca, dados los medios técnicos y humanos con los que contaba (o de los que carecía, más bien).

  2. Buena reseña, y muy útil. Por cierto, la biblioteca
    virtual corre sobre el programa Digibib de la empresa Digibís y por
    la tanto los fondos digitalizados se pueden consultar también en Hispana, Europeana,
    Oaister y el WorldCat de forma transparente.

  3. Excelente la reseña de las Bibliotecas Militares Españolas. Pertenezco a una Biblioteca de la Aviación Naval de la República Argentina, miembro de una Red de bibliotecas de las tres fuerzas armadas, llamada REBIFA. Esta red se creo para cooperar, coordinar y compartir esfuerzos entre las bibliotecas integrantes, colaborando en la elaboración de una base de datos unificada compuesta por más de setenta bibliotecas especializadas militares. Los invito por este medio que consulten el catálogo, rico en información referente al patrimonio histórico militar de nuestro país. El catálogo está alojado en http://www.minfef.gov.ar (REBIFA). Muchas gracias!!!!

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