La Biblioteca de Castilla y León me invitó el pasado 5 de abril a las Jornadas “Energía, memoria y cimientos”, organizadas por la Fundación FGSR y Mares Virtuales para conmemorar los 30 años de existencia de la red de bibliotecas y sus profesionales.
No encuentro mejor día que hoy 28 de mayo, Día del juego, para compartir parte de mi intervención en la mesa redonda sobre «Videojuegos y juegos en la biblioteca» que compartí con María Jesús Morillo, subdirectora adjunta a la Dirección Técnica de la Biblioteca Nacional de España y Carmen Herrero Gil, jefa de la sección de Audiovisuales de la Biblioteca de Castilla y León.
La juventud es energía
El tema central de la Jornada era “Los jóvenes son energía”. Pero ¿Quiénes son esas personas a las que denominamos jóvenes? ¿Se deben asociar a una edad determinada o es una cuestión de actitud? Además, las y los jóvenes no son una masa homogénea. En cualquier caso, si algo ocupa un lugar central en la forma en que la juventud entiende la vida y el mundo es el ocio.
En un estudio de 2019 del Centro Reina Sofía sobre Adolescencia y Juventud de la FAD las 3 actividades de ocio principales en jóvenes son chatear o navegar por Internet, ver series y películas en streaming y estar con amigas y amigos. Estas están seguidas por mirar y comprar en catálogos online y en quinto lugar aparece “jugar con videojuegos”.
Videojuegos
No sé si en vuestro caso asociáis videojuegos a esports, que son las competiciones de videojuegos, y también a jóvenes principalmente de género masculino. Solo voy a dar un dato de 2020 proporcionado por la AEVI, la asociación española de videojuegos: el 55% de la audiencia de esports es mayor de 35 años y el 36% son mujeres.
En cualquier caso la industria del videojuego, industria cultural desde 2009, es muy grande y variada. Y como en el cine o la música puede ser mucho más, por ejemplo, un arte para contar historias. Si desde las bibliotecas se hace una buena y variada selección y se acompaña a quienes juegan para que desarrollen una mirada crítica hacía esa forma de contar historias, evitaremos que la juventud se pliegue a los intereses comerciales de la industria.
En el seminario online de 2021 ‘Las mujeres en el sector de los videojuegos‘ María Rubio Méndez, coordinadora de Ludosofía, decía:
Queremos historias y gameplays distintos. No queremos más mujeres sin más, sino más mujeres con historias variadas que nos hagan disfrutar y vivir emociones distitntas. Usar los videojuegos como artefacto cultural. Jugar para llegar a ser. María Rubio
Para ello es importante contar con personal formado. Eso es lo que han hecho por ejemplo en la Red de Bibliotecas Municipales de la Diputación de Barcelona con el Laboratorio de ficción digital infantil y juvenil impartido por Lucas Ramada.
En el Informe de FAD que he mencionado al principio cuando hablan de ocio juvenil, y entrecomillo “eminentemente cultural” porque me desconcertó que los videojuegos no estuvieran en este apartado, menciona: la lectura de libros, de revistas o cómics, visitar museos o exposiciones, practicar hobbies, ir al cine, al teatro u otros espectáculos ¡y jugar a juegos de mesa!
Juegos de mesa
El mercado de los juegos de mesa se revolucionó desde los años 90 cuando dos juegos independientes como Colonos de Catán y Carcassone, se colaron en los catálogos comerciales de juguetes de la época. La cantidad y variedad de juegos de mesa modernos que han salido desde entonces permiten abarcar muchas más preferencias a la hora de elegir un juego por nuestros gustos, para un momento determinado o el número de personas disponibles y dispuestas a jugar.
Este 2021 el Col·legi Oficial de Bibliotecaris i Documentalistes de la Comunitat Valenciana (COBDCV) ha publicado una guía para ayudar a hacer la selección de juegos de mesa para aquellas bibliotecas que quieran, o puedan, crear una colección.
Tanto en el caso de los juegos de mesa, como de los videojuegos, crear una colección depende del entorno en el que se sitúe la biblioteca o si es una forma de satisfacer las necesidades del público usuario en lo que concierne a su educación, información y desarrollo personal, tal y como consta en las directrices para bibliotecas públicas de la (IFLA). Los juegos también aparecen en las Pautas para establecer una política de colecciones en una biblioteca pública (2010) del Grupo de trabajo de selección bibliográfica del Consejo de Cooperación Bibliotecaria.
Como complemento a esa guía de selección del COBDCV, preparé una lista de más de 100 juegos de mesa modernos clasificados por intereses, y por mecánicas que os invito a explorar.
Jugar
Jugar es una fuente inagotable de placer, alegría, descubrimiento, reto y satisfacción, que permite un crecimiento equilibrado del cuerpo, la inteligencia, la afectividad y la sociablidad. Jugar es un derecho.
Jugar además es un derecho para la infancia, pero también para las personas adultas, donde «jugar es un indicador de salud física y mental, y estimula la capacidad de disfrutar de la vida y el momento: poner nuestro cerebro a jugar es abrir la mente a la creatividad, abrir el corazón al misterio y la belleza». Así se describe en el proyecto Jugar es un derecho, que anima a todas las personas e instituciones a celebrar el día 28 de mayo el #DíadelJuego
Y así es como termino, invitándoos a jugar, a impregnaros de esa actitud lúdica que nos enseñan los juegos, porque seguro que será una buena compañera en vuestro trabajo, y en todas las facetas de vuestra vida.
Se puede ver la mesa redonda completa aquí.