Desde bien pequeñitos hay que crear un hábito de lectura y a mi parecer, creo en la importancia de establecer una biblioteca en el aula. No hace falta tener una gran colección de libros, lo importante es tener un rinconcito donde colocarlos y que estén a la vista de todos los alumnos de clase. Veo que desde la etapa de infantil este rincón se potencia mucho y luego como que se va diluyendo con los años.
En Infantil, el rincón de biblioteca se puede hacer de mil maneras para que sea llamativo y cómodo para los pequeños. Y ver a esos niños tan pequeños sin saber leer, ni siquiera hablar, que cogen un libro y lo “leen” a su modo y te lo cuentan… Eso es lo más maravilloso que hay, ver cómo descubren cosas y las interpretan a su manera y tu, un “adulto”, no lo habías visto por ese lado o has como perdido esa capacidad de imaginar las cosas. Son cosas que me encantan de la etapa infantil.
Luego, en las demás etapas, el fondo bibliotecario se puede cambiar y añadir más estilos de libros, adecuados a cada edad, como los diccionarios y enciclopedias, también cómics, libros ilustrados, revistas, libros de cocina… para que vayan ellos investigando qué temas les atrae más, y para ello lo tienen que tener cerca, como lo tenían en su etapa infantil. De la organización, normas y el control de los libros ya debería participar todo el aula o por turnos, con la ayuda del profesor/a, y ser los responsables los alumnos. Lo veo como una forma de hacerles ver que es un responsabilidad y lo que conlleva.
Es algo que debería enriquecer cada aula, en cada curso y grado, no solo en la etapa infantil. La lectura es buena en todas las edades. Aparte de la biblioteca escolar que debería existir en todos los colegios e institutos, una biblioteca en el aula no estaría de más para complementarla, y ser una forma más rápida para que el alumno de clase coja y se lleve un libro, que no sea “por obligación” de una cierta asignatura. Porque es como coger el libro por probar, cuando le apetezca, y luego si les gusta lo comentará con los compañeros de clase, como hacen cuando les gusta un videojuego o una peli. Es hacérselo más cómodo a los alumnos, sí, pero el fin en sí, es que al final lean.