Hace un par de semanas estuve haciendo las presenciales de un Máster en Gestión de Instituciones y Empresas Culturales que hago online. Cualquier desvirtualización es divertidísima, como creo que ya saben bien algunos de mis compañeros biblogtecarios 😉 En este caso, la mayoría habíamos estado un año conectados online y de muchos nos separaba una gran distancia, así que compartir 15 días en Barcelona fue una experiencia genial 🙂
Bien, como os comentaba, el máster es de gestión cultural, temática que se supone cercana a las bibliotecas, digo yo, no? Gestionamos cultura? Sí, no? Yo creo que sí, que ese es nuestro trabajo. Pues bien, me sorprendió enormemente constatar que las bibliotecas quedan totalmente, o casi totalmente, excluidas del programa de gestión cultural.
Es más, dentro de la programación del máster asistimos dos días a unas jornadas en Barcelona. El título de las Jornadas es: Paradigmas de futuro para realimentar la acción cultural. En estas Jornadas se celebraron 5 mesas de debate:
- El valor intrínseco de la cultura
- Memoria e identidad
- El reto digital
- Experiencia y creación artística
- El impacto social
Bien, en todas estas mesas de debate hubo gente realmente buena: Dolors Reig, Pep Salazar, Lluís Bonet, Àngel Mestres, entre muchos otros. Todos ellos, gente importante en el mundo de la gestión cultural o temas afines. Hablaron directores de museos, productores, etc. Pero, y para mí un hecho absolutamente sorprendente, ni un solo profesional relacionado con las bibliotecas estuvo presente en estas jornadas. Y bien? Cómo andamos tan desconectados del mundo de la gestión cultural?
Tenemos gente buenísima en la gestión de la memoria y la identidad de los pueblos, o no? Qué hacen si no las bibliotecas con nuestros fondos históricos? Vamos por delante de muchos en la gestión del reto digital, y tenemos totalmente asumido el impacto social de lo que ocurre en la biblioteca. Dónde andamos pues?
Debo decir, que después de un año de máster ya puedo afirmar que tenemos mucho que aprender y muchísimo que aportar.
Lo que nosotros hacemos en las bibliotecas puede servir de mucho a lo que otros están haciendo en museos e incluso en centros cívicos de ciudad. Hemos trabajado mucho en la formación de usuarios, en campañas de fomento de la lectura o en acercar los lectores a la biblioteca. Incluso hemos trabajado y avanzado muchísimo en la integración de las nuevas tecnologías y en la oferta de nuevos servicios adaptados a las nuevas necesidades.
Del mismo modo, otros profesionales han trabajado muchísimo en estos mismos temas o en temas que también nos son cercanos.
Bien, hasta ahora pensaba que estábamos relativamente solos pero, qué nos diferencia de las campañas de acercamiento de los museos a los ciudadanos o a los escolares o de las actividades de dinamización de centros cívicos o sociales? Pienso que, como bibliotecarios, gestores de cultura, dinamizadores y educadores, tenemos mucho que aportar y mucho que aprender de otros sectores que nos son cercanos y afines.
Así pues, ahí presento mi reto personal: la gestión cultural debe contar con los bibliotecarios y, si me apuras, con los biblogtecarios 😉 Y nosotros debemos tener en cuenta muchos de los trabajos que se hacen en estos sectores para no volver sobre temas ya aprendidos. Se trata de avanzar todos juntos, no de que cada uno haga su camino de forma independiente 😉
No os parece?