¡Cuidado! Que nuestra responsabilidad es grande. ¿Qué leen nuestros usuarios?

Recuerdo que en la facultad me enseñaron a catalogar, recuerdo también que intentaron que aprendiéramos el contenido de algunas bases de datos comerciales, hicimos trabajos y proyectos sobre marketing en bibliotecas públicas, o sobre búsquedas de información en centros de documentación, pero de verdad no recuerdo que nadie me explicara qué criterios debemos seguir para seleccionar las lecturas que irán conformando la personalidad de nuestros lectores. Y manda cojones! Qué me parece un tema suficientemente importante!

No sé a vosotros, pero hay lecturas en mi vida que marcan un antes y un después. Desde los 12 hasta los 18 años leí más libros de los que he leído posteriormente, con diferencia. Empecé con las aventuras de Los Cinco y acabé con Tolstoi. Tenía tiempo y me encantaba sumergirme en esos otros mundos. Recuerdo especialmente algunos libros, algunos con cariño, otros con horror. Creo que el que más marcó los años que siguieron fue un libro llamado “Hijos de la droga”, ni recuerdo de quien. Era un libro viejo que corría por casa y que mi madre me recomendó una de las muchas veces que dije: ¿Y ahora qué leo? Tendría unos 14 años.

El libro explica cómo una chica se mete en el mundo de la droga y el calvario que sigue. No lo he vuelto a leer, pero recuerdo que me enganchó de principio a fin y hay pasajes que continúan vivísimos en mi mente. Nunca olvidé la historia de esa chica. Creo que el libro es éste: Yo, Christiane F. Hijos de la droga y ahora me entero que se trata de una historia real!

Más tarde hice por conseguir Mein Kampf. Estaba totalmente inmersa en lecturas relacionadas con la II Guerra Mundial y me pareció imprescindible leerlo para entender de dónde provenían todas las locuras que Hitler y los suyos idearon. Ese no me enganchó tanto, que tiene su qué de tocho, pero me enseñó algo muy importante: no todas las lecturas son buenas!

Niños leyendoA pesar de ello, ¿quién soy yo para decidir qué deben leer mis usuarios? ¿Qué criterios debo seguir? En las bibliotecas de la Diputación de Barcelona, la selección de obras se hace a partir de un Comité de selección y en sus Políticas de desarrollo de la colección (pág. 24) indican que se tendrán en cuenta todas las tendencias ideológicas, religiosas, políticas, económicas o científicas. Como principio me parece correcto pero, no veo que se detalle nada más en cuanto a la parte ética de la selección de fondos.

En cuanto a las bibliotecas de la Comunidad de Madrid, veo que se encarga de la selección de la colección la Unidad de Coordinación Técnica, pero no veo nada más. Teniendo en cuenta la importancia de lo que leen los ciudadanos, me sorprende que sólo se limitara el acceso a las webs del 15M. ¿O ha habido más censura que no conocemos? Teniendo en cuenta la manipulación de la información que recibimos desde todos los medios, me extraña que el gobierno no haya metido más baza en la selección de fondos de las bibliotecas públicas (o lo han hecho y no nos hemos enterado?) Quizá sea una de las ventajas de que nos hagan poco caso 😉

El caso, y a lo que venía este post, es que me parecen importantísimas las lecturas en el desarrollo de una persona, principalmente en los años críticos de la pubertad y la adolescencia. Lo que también tengo claro es que leer un libro es un proceso personal que afecta a cada uno de manera distinta, por lo tanto, clasificar un libro como bueno o malo me parece un sacrilegio, un contrasentido y un ataque a la libertad de los ciudadanos, pero … y a pesar de todo lo que he dicho anteriormente, ¡mucho ojo con lo que recomendamos a nuestros usuarios, sobre todo a los más jóvenes!

¿Es o no es una gran responsabilidad?

Amanda Marín

Empecé como gestora de proyectos en una de las empresas del sector bibliotecario, trabajé como autónoma durante 3 años y ahora combino mi trabajo en la Universidad de Barcelona con funciones de community manager como freelance. Este blog pretende ser reflejo de las reflexiones que, desde mi punto de vista no siempre muy ortodoxo, debemos hacernos los profesionales del sector.

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