Bibliotecaria, sí. Qué pasa??!

BibliotecariaHablamos sobre un tema sobadísimo que sale periódicamente a la luz, pero parece que esta vez con más fuerza.

El caso es que ya escribí sobre esto en mi blog hace un tiempo, pero vuelvo a ello con más información y energías renovadas. Así que vamos a ello y, como digo siempre, voy a dar mi opinión, sin intentar sentar cátedra. Todos los comentarios serán bienvenidos, y contestados.

Pienso que deberíamos estar en un gran momento para la profesión del bibliotecario/documentalista. El volumen de información que se está produciendo es tal, que es imprescindible la figura de un profesional para gestionarla. El otro día ya comenté en una reunión que pienso que las empresas deberían estar llamando a nuestra puerta, solicitando profesionales que les ayuden a gestionar el montón de información que se produce continuamente. El problema que tenemos es la falta de visibilidad de la profesión. Hay quien dice que no es cierto y que no hay paro entre nuestros titulados, y quizá es casi cierto pero… ¿cuántos titulados tenemos al año?

Hoy en día deberían solicitarnos todos los equipos de i+d de cualquier industria: farmacéutica, automovilística, ingenierías, telecomunicaciones, energías renovables… Deberían también necesitarnos abogados, hospitales, medios de comunicación, empresas TIC, etc. Cualquiera para el que la información sea importante debería solicitar un bibliotecario/documentalista en sus filas.

Y la figura como tal, no digo que no se solicite, lo que no se solicita es la formación correspondiente. Se buscan médicos, profesores, periodistas, ingenieros, etc. que hagan funciones de, pero lo que creo que falla es el conocimiento que la sociedad tiene de la formación que recibimos y de las habilidades que desarrollamos.

Y que conste que no alzo ninguna proclama contra el intrusismo, que me parece estupendo que cada uno se gane el pan como pueda y estoy convencida que pueden hacerlo tan bien como cualquiera de nosotros. El tema está en demostrar nuestra valía y, sobre todo, en demostrar que los 3, 4 ó 5 años que pasamos en la facultad sirven para algo más que para estar detrás de un mostrador y prestar libros.

Y espera, que esa es otra. ¡¡A ver cuántos de los estudiantes que finalizan bachillerato se han planteado estudiar Biblioteconomía y Documentación!! La semana pasada, en una reunión en la facultad de Biblioteconomia y Documentación de la UB se comentaba la mala “calidad” de los alumnos llegados a la facultad. Un tanto por ciento no muy elevado ponían el Grado en Información y Documentación en primera opción, pero el resto llegaban allí rebotados y desmotivados y, como la nota de entrada es la mínima, pues como alternativa a no hacer nada! Cuando se definió el Grado se definieron una serie de competencias o habilidades necesarias para cursar los estudios sin dificultad, pero esas habilidades o competencias tenían que venir del Instituto. Está visto que esas habilidades no se han alcanzado así que alguien propuso realizar una especie de curso puente para garantizarlas pero, ¿no vaciaremos entonces más aún la Facultad? o no, quizá esa sería una opción.

Y luego viene otro tema. Tenemos la facultad llena de gente desmotivada y poco válida, que estudia lo que estudia porqué estamos en crisis y no hay nada mejor que hacer (y ahora sí que no tengo ni idea del % de estudiantes desmotivados que hay) pero, toda esta gente cuando salga de la facultad con un título bajo el brazo, que todos sabemos que tampoco hace falta ser ningún lumbreras para obtenerlo, irá a buscar un trabajo y nos representará allí donde vaya y, a riesgo de pasarme de dura, flaco favor me parece que van a hacerle a la profesión si son tan petardos como se comenta desde la facultad.

Bueno, ahora igual estoy tocando la fibra a algunos pero, ahí está el tema y a todos nos debería preocupar. Desde mi punto de vista, hay un gran trabajo pendiente por parte de Colegios profesionales y facultades para dar validez a nuestra formación y para explicar al mundo lo que hacemos. Y nosotros, cada uno de nosotros, tenemos nuestro rincón de responsabilidad, y debemos proclamar a los 4 vientos que los graduados en Información y Documentación somos cojonudos, imprescindibles y totalmente irreemplazables 🙂

Y, para que no se diga que se habla y no se actúa, informo de que se está trabajando en la constitución de un grupo de trabajo para incidir sobre estos temas y mirar de mejorar la percepción que la sociedad tiene de nuestra profesión, nuestras habilidades y nuestra formación. Está abierto y quien tenga interés en participar puede ponerse en contacto conmigo.

Amanda Marín

Empecé como gestora de proyectos en una de las empresas del sector bibliotecario, trabajé como autónoma durante 3 años y ahora combino mi trabajo en la Universidad de Barcelona con funciones de community manager como freelance. Este blog pretende ser reflejo de las reflexiones que, desde mi punto de vista no siempre muy ortodoxo, debemos hacernos los profesionales del sector.

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