¿Están las bibliotecas condenadas a desaparecer?

Las bibliotecas viven tiempos de cambio, así como también los profesionales que en ellas trabajamos. Pero no es nada nuevo ni que deba cogernos por sorpresa, pues en realidad las bibliotecas son el vivo ejemplo de evolución y adaptación a las nuevas demandas que la sociedad ha ido exigiendo a lo largo de toda la historia. La aparición de Internet, los dispositivos móviles, el libro electrónico…todas estas revoluciones tecnológicas han tenido un alto impacto en nuestro sector y desde las bibliotecas hemos ido reformulando nuestros servicios y dando respuesta a las nuevas demandas informativas, formativas y de ocio de los ciudadanos. Julián Marquina ya en el año 2015 hablaba sobre el futuro de las bibliotecas, haciendo hincapié en su gran poder de adaptación.

Gestión del cambio e incertidumbre

El cambio forma parte de la vida, así como también la adversidad y debemos aprender a gestionar ambas para llegar a verlas como retos y oportunidades para crecer tanto a nivel personal como a nivel profesional. La manera en que percibimos una situación -problema versus reto, adversidad versus oportunidad- determinará nuestra probabilidad de éxito, pues condicionará nuestra forma de actuar ante la misma.

En la actualidad existen debates abiertos sobre cuál debe ser el perfil profesional del bibliotecario, sobre qué es y qué no es una biblioteca, sobre cuál es nuestra esencia o sobre cuál es el camino que debemos tomar. Y no puedo evitar pensar que, como dice W. Timothy Gallwey en su libro El juego interior del tenis:

Muchas veces somos nuestro peor enemigo. No es el adversario externo el que nos derrota sino nuestras propias dudas, nuestro propio miedo…”.

¿Nos comportamos de una manera reactiva o proactiva? ¿Nos quedamos anclados en nuestra área de preocupación o nos centramos en nuestra área de influencia? ¿Ponemos el foco de atención en los factores sobre los que tenemos control directo o sobre los que escapan a nuestro control? Los cambios suceden, estemos o no preparados para ello, y la mejor estrategia de afrontamiento es el espíritu de lucha, entendido como la capacidad de analizar las circunstancias, anticiparnos a ellas y transformarlas. En definitiva, actuar de manera proactiva convirtiéndonos en impulsores de nuevas metas y desafíos.

De biblioteca de los libros a biblioteca de las personas

Contrariamente a lo que a priori se pueda pensar por la cantidad de tecnología que nos rodea y de la que hacemos uso en nuestra vida diaria, en el siglo XXI el factor humano es clave en la biblioteca. Los ciudadanos acuden a ella para resolver sus necesidades informativas, sus necesidades formativas, sus necesidades de ocio pero también para interactuar con otros seres humanos, para crear vínculos y crear comunidad. Lejos quedan ya los tiempos en los que las bibliotecas eran templos de silencio con libros bajo llave. Somos mucho más que colecciones bibliográficas, somos mucho más que los servicios que ofrecemos, somos bibliotecas de personas para personas.

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Alumnado de 4º ESO en sesión de Libros Vivintes. Bibliotecas Municipais da Coruña

Y tan importante como el conocimiento y nuestras habilidades técnicas lo son nuestras capacidades relacionales para crear vínculos y redes de colaboración en nuestra comunidad. Conectar y cooperar con asociaciones, centros educativos, centros cívicos, instituciones culturales y librerías, entre otros, para diseñar y poner en marcha propuestas que se adapten a nuestro entorno y a las necesidades específicas del mismo. Se trata de trabajar con nuestros usuarios y para nuestros usuarios, esa es la clave de la biblioteca como motor de transformación social.

Decía Jorge Luis Borges «Hay quienes no pueden imaginar un mundo sin pájaros, hay quienes no pueden imaginar un mundo sin agua; en lo que a mí se refiere, soy incapaz de imaginar un mundo sin libros». Yo no puedo imaginar un mundo sin bibliotecas. ¿Y tú?

Nuria Martínez Rey

Bibliotecaria en las Bibliotecas Municipales de A Coruña. Creo firmemente en el poder transformador de la sociedad que tienen las bibliotecas y la lectura, por ello es que me dedico a esta profesión. Algo que me motiva especialmente es el aprendizaje continuo, lo que me ha llevado a formarme en áreas como bibliotecas escolares, community management o últimamente, coaching. "La excelencia es un hábito que se forja cada día, en cada acción" (Pablo Arribas)

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