Pasar por el aro: quiénes somos y cómo se lo tenemos que contar

Facebook_like_thumbEl ThinkEPI publicado anteayer por Natalia Arroyo titulado “Pinchar la burbuja de las bibliotecas en Facebook: el reto de la comunicaciónha dado mucho que hablar, y parece que el debate que suscita es de calado y de necesario abordaje.

Resumiendo muy brevemente el artículo, Natalia viene a dar un pequeño tirón de orejas a las bibliotecas en cuanto a su presencia en Facebook. La cuestión es planteada como un “reto de la comunicación” ya que considera que los contenidos vertidos, no son del tipo ni de la calidad que se requiere para que la presencia en dicha red social sea efectiva. Critica muchos espacios como meros tablones de anuncios donde no existe una interacción con el usuario, y donde por lo tanto no se está creando la comunidad que es deseable. El mensaje en suma, creo queda recogido en la siguiente frase del artículo: “las bibliotecas no se están adaptando al medio ni aprovechando sus posibilidades únicas para la comunicación.”

Desde mi punto de vista, al artículo no le falta ni una coma. Creo que llevamos mucho tiempo primando criterios cuantitativos y no cualitativos y que, en general, la presencia en redes no se piensa en términos de proyecto, no se analiza, no se estructura, en resumen, no se planifica. No obstante, hay un aspecto que creo no se ha tenido en cuenta y que personalmente vengo observando en mi labor diaria de gestión de la presencia en Facebook de mi biblioteca. Me estoy refiriendo a la audiencia.

Si como Natalia nos sugiere, tenemos que atraer el interés mediante la publicación de “contenidos originales y diferentes, con un sello personal, textos breves y con gancho”, lo hacemos,  y con gusto, pero los usuarios no nos creen.

Ya he comentado en diversos foros que, a mi entender, la sociedad sigue pensando en las bibliotecas como depósitos de libros a los que ir a estudiar, que llevamos moño y que no hacemos otra cosa más que pedir silencio. Es evidente que cargamos con esa cruz desde hace años, y aún nos costará décadas deshacernos de ella, por eso creo que los usuarios de redes sociales no responden a nuestros estímulos, ya que la imagen que intentamos dar no coincide con lo que ellos tienen en mente, y por tanto no acaban de pasar por el aro.

Intentando responder a la pregunta que Julián Marquina se hace en su blog sobre si “sabemos qué es lo que espera el usuario de la presencia de la biblioteca en este medio”, y en base a mi teoría, creo que lo que esperan y asimilan es que seamos ese tablón de anuncios que critica Natalia. Quienes nos esforzamos por dar otros contenidos, observamos la poca o nula respuesta que obtenemos en aquellas entradas que se salen de lo tradicional, como colgar una canción para animar la mañana o comentar la última noticia tecnológica .

Pero si lo que intentamos es crear una comunidad virtual y nos rasgamos las vestiduras por lo costoso que nos resulta, no tenemos más que pensar en lo difícil que es crearla igualmente dentro de los muros de la biblioteca, desde nuestros mostradores, porque el problema es el mismo. Al usuario le cuesta entender como suya la biblioteca, hacer suyos los recursos, y le cuesta entender la labor social del bibliotecario, de estímulo, de despertar sus mentes, de engancharles.

Entonces ¿qué hacemos? En mi opinión no tenemos más opción que perseverar. Los bibliotecarios sabemos muy bien quiénes somos y de qué va nuestro “negocio”, por eso es necesario seguir con esta inmensa tarea pedagógica, que lleve a nuestros usuarios a tomar la biblioteca en todas sus vertientes. Los grandes cambios no se dan en una década ni en dos. Debemos continuar por el camino que hemos tomado y corregir el rumbo si es necesario, pero lo importante es que sabemos hacia dónde vamos.

Como principal centro cultural de nuestra comunidad, espacio dinámico, lleno de vida, y donde confluyen miles de almas, tenemos la obligación de mostrar toda esa riqueza en nuestra presencia física y virtual. No se trata de romperse demasiado la cabeza buscando contenidos, frases ingeniosas o “gatitos”. Pensemos en lo que somos y en lo que podemos ofrecer. Todo lo demás, vendrá solo.

Noemi Gómez

Sobre lo que observo y experimento desde mi puesto en una biblioteca pública. Sobre lo que creo que debería ser y no tenemos. Porque por encima de todas las cosas, creo en esta profesión y en que hacemos mucho bien a la sociedad.

9 respuestas a «Pasar por el aro: quiénes somos y cómo se lo tenemos que contar»

  1. Me quedo con 2 palabras clave: perseverar y audiencia. Me sumo al carro de continuar insistiendo en cambiar viejos tradicionalismos desde la proximidad y empatia en las bibliotecas que trabajamos.
    Enhorabuena Noemí por el post. Fuera el moño! 🙂

  2. Noemí, muchas gracias por intervenir en el debate que se ha planteado a partir de este último ThinkEPI. Invito a todos a seguir la conversación posterior en Iwetel, las aportaciones de los compañeros dan lugar a muchas reflexiones.
    Sólo me gustaría aclarar algunas cosas para evitar malentendidos. Mi intención es describir la realidad de lo que está sucediendo y aportar algunas ideas propias para mejorar. Creo que es cada uno quien tiene que hacer auto-crítica y ver si estas ideas le pueden ayudar o no, o aportar otras.
    Por otra parte, no es mi objetivo juzgar la calidad de los contenidos de las bibliotecas en Facebook, esto sería muy atrevido por mi parte. Creo que lo que hay que re-pensar, como tú misma recoges muy bien, es la forma de contar las cosas y entender las peculiaridades del medio Facebook.

    Un fuerte abrazo y muchas felicitaciones por el trabajo que haces en la BCC.

    1. Felicidades por el post Noemí, un tema muy interesante 😉

      Lo que está claro es que las marcas, empresas y demás instituciones, cada día lo tienen más difícil en redes sociales pues, como la propia palabra lo indica, son entornos sociales donde el usuario busca interactuar con personas y si no aportamos contenidos relevantes, este usuario no interactúa.

      Como indicáis, para que una Fan Page «triunfe» tiene que conocer bien a su público objetivo y ofrecerles lo que les interesa, además de informar con un poco de gracia (para evitar convertirnos en un tablón de anuncios), saber un poquito de marketing (para acercarnos al usuario de la manera correcta) y además, mucho sentido común.

      Para acabar, y desde mi punto de vista, si alguien se indigna por un tirón de orejas que lo único que pretende es mejorar una práctica… mal vamos. Parace que hace falta más humildad para aceptar críticas y mejorar compañeros 🙂

      Un abrazo!

      1. Muchisimas gracias por tus palabras, Irene.

        La verdad es que es un tema que daría para una jornada completa, son muchas las opiniones y puntos de vista que existen, y un conjunto de todos ellos seguro que nos aproximaría mucho a «la solución».

        A mi me esta pareciendo muy constructivo y creo que muchos hemos tomado nota y vamos a intentar mejorar las prácticas en busca de ese triunfo del que hablas.

        Un saludo, compañera.

    2. Muchisimas gracias Natalia, y gracias por los matices que apuntas. Las pantallas pueden dar lugar a malentendidos, y todas las aclaraciones son pocas.

      Seguiremos observando como vamos caminando por esta senda. Lo que tiene es que es muy agradecida: cualquier pequeño triunfo, es muy grande.

      ¡Gracias!

  3. Felicidades por el post Noemí, un tema muy interesante

    Lo que está claro es que las marcas, empresas y demás instituciones,
    cada día lo tienen más difícil en redes sociales pues, como la propia
    palabra lo indica, son entornos sociales donde el usuario busca
    interactuar con personas y si no aportamos contenidos relevantes, este
    usuario no interactúa.

    Como indicáis, para que una Fan Page “triunfe” tiene que conocer bien
    a su público objetivo y ofrecerles lo que les interesa, además de
    informar con un poco de gracia (para evitar convertirnos en un tablón de
    anuncios), saber un poquito de marketing (para acercarnos al usuario de
    la manera correcta) y además, mucho sentido común.

    Para acabar, y desde mi punto de vista, si alguien se indigna por un
    tirón de orejas que lo único que pretende es mejorar una práctica… mal
    vamos. Parace que hace falta más humildad para aceptar críticas y
    mejorar compañeros

    Un abrazo!

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