La hora del cuento en las bibliotecas

La hora del cuento en las bibliotecasEl libro “La hora del cuento en las bibliotecas”, que he tenido la suerte de reseñar, constituye el número 43 de la colección de libros de bolsillo EPI-UOC. Una colección que se caracteriza por estar formada por libros, de pequeñas dimensiones, sobre temas concretos relacionados con el mundo de las bibliotecas, la documentación y la información y dirigidos a cualquier persona interesada en el tema, ya sean profesionales, o no, del área. En este caso, al autor dirige su mensaje fundamentalmente a las personas responsables de bibliotecas, a narradores/as orales y a responsables culturales. 

La publicación comienza definiendo en qué consiste eso de la hora del cuento y en qué se diferencia del acto de contar cuentos. Algo que en principio puede parecer obvio, pero que el autor, dada su experiencia personal, ha querido dejar plasmado para sentar bases desde las primeras páginas.

En esta primera parte se hace alusión a la «sencillez» como clave de éxito y se detallan los principales elementos a tener en cuenta para llevar a cabo esta actividad: el espacio, la periodicidad, las edades, la asistencia, la duración y el repertorio. Esta sección termina enumerando una serie de argumentos que responden a la pregunta de ¿por qué la hora del cuento? y ¿qué nos ofrece?.

En el segundo bloque, se entra de lleno en la organización de la hora del cuento dejándose bien claro que nunca debemos abandonar nada al azar y que la mejora continua de nuestras sesiones debe ser un fin en si mismo.

Tres son los niveles de actuación principales para organizar una hora del cuento. Los tres igualmente importantes para conseguir el éxito de la actividad:

1.- Nivel artístico: el narrador.

No es aconsejable dejar la parte artística en manos de voluntariado. En este nivel, podemos contar con distintos tipos de narradores (profesionales, semiprofesionales y/o amateurs). El autor es partidario de las dos primeras opciones y, para ello, nos ofrece una serie de métodos para identificar a los/las mejores narradores/as orales. Es importante, en este punto, huir de ciertas estrategias que puede hacer que nuestra actividad no tenga el éxito esperado: seleccionar artistas del municipio/barrio, narraciones gratuitas o conmemorativas y/o cuentos didácticos.

2.- Nivel organizativo: la organización.

La organización se define como la trastienda, lo que no se ve pero que es vital para que todo salga bien. Los/las organizadores/as deben encargarse de aspectos tan importantes como la selección del artista narrador/a, la promoción de la actividad, conseguir la financiación adecuada para que cuente con un mínimo de calidad, realizar una programación anual que garantice la estabilidad de la hora del cuento, determinar la edad de los asistentes y el aforo máximo, seleccionar bien el espacio donde se va a realizar la actividad,  nombrar a un/a responsable de sala que pueda resolver imprevistos de diversa índole, acompañamiento y soporte al narrador/a, recoger la opinión de los asistentes para evaluar el éxito de la actividad y redactar la memoria anual con todas las sesiones llevadas a cabo y sus pormenores.

3.- Nivel promocional.

Llenar de manera periódica una sesión de una hora del cuento no es tarea fácil. Hay muchas actividades culturales y de ocio. Así que, la competencia es grande. En este sentido, el autor enumera una serie de acciones de promoción desde distintos lugares: acciones de promoción realizadas por el propio artista narrador/a, desde la biblioteca, desde el ámbito local y desde el ámbito estatal.

Como habéis podido leer, no es poca cosa lo que supone organizar una hora del cuento.

Quizás el tercer bloque, es el que toca más de cerca a Joan por ser el dedicado al trabajo del narrador/a. La forma de contar cuentos queda dividida en el libro en tres grandes grupos: el cuento leído, el cuento mostrado y el cuento narrado oralmente. Para cada una de estas tres opciones se describen aspectos relativos a la situación del narrador con respecto al público, el movimiento, la gestualidad y la modulación de la voz.

A pesar de quedar claro, desde el principio del libro, el hecho de que no es conveniente contar con voluntarios para organizar y programar una hora del cuento, el autor no quiere que este tema, en algunos contextos concretos, sea una excusa para no desarrollar la actividad. En el caso de bibliotecas pequeñas y con pocos recursos, antes de no organizar una hora del cuento, se plantea la posibilidad de hacerlo con la participación de personal voluntario pero haciendo una serie de ajustes que nos garanticen el éxito de la misma.

Finaliza la publicación con la descripción de otros tipos de horas del cuento (bebés, segundo idioma, 9-12 años, adolescentes y adultos)  y, a modo de resumen final, con el esquema básico de lo que sería una hora del cuento ideal.

Crítica personal:

Si estás pensando en programar la hora del cuento en tu biblioteca o en algún centro cultural, desde luego este libro es de lectura y consulta obligada. Si ya la tienes programada, úsalo para testear si se te ha escapado algo importante. En tan solo 101 páginas, el autor ha sabido recoger, con detalle y claridad, todos los aspectos a tener en cuenta para organizar una actividad de este tipo.

Un libro cargado de consejos prácticos que vienen de la mano de la extensa experiencia de Joan como narrador oral. Quizás por este motivo, desde el comienzo de la obra, el autor va construyendo un discurso que viene a dotar de seriedad y rigurosidad la organización de esta actividad de animación cultural. Además, se denota cierta reivindicación de la figura profesional del narrador como elemento clave en éxito de la hora del cuento. Desde luego no le falta razón (lo digo por mi experiencia como asistente a sesiones de cuenta cuentos).

Por poner algún «pero», aunque entiendo que el motivo pueda ser la limitación de páginas en esta colección, quizás he echado en falta la alusión a horas del cuento inclusivas, o bien, a horas del cuento organizadas, de manera específica, para colectivos con alguna necesidad especial (discapacidad física y/o intelectual) o colectivos vulnerables y en exclusión por distintos motivos (casas de acogida de mujeres maltratadas, menores hospitalizados, personas privadas de libertad en cárceles, etc.) En estos casos, los ajustes en la organización de la actividad puede afectar de manera considerable en los tres niveles: el artístico, el organizacional y el promocional.

Joan de Boer

El autor:

Joan de Boer (@deboerjoan) es Licenciado en Filología Catalana y Máster en Promoción de la Lectura. Escritor, formador y especialista en actividades de animación a la lectura con una amplia trayectoria. Colaborador habitual en bibliotecas, centros educativos y culturales, donde realiza y disfruta de sesiones de narración oral, clubes de lectura y talleres de escritura.

Hablando con él:

Joan ha tenido la amabilidad de responder a algunas preguntas que le envié por mail y que vienen a poner énfasis en su experiencia como narrador oral de historias y experto en animación lectora.

David: A lo largo de las páginas de esta pequeña monografía, va haciendo referencia a todos los ingredientes que debería tenerse en cuenta para que la hora del cuento sea un éxito garantizado. Podríamos decir que ha descrito una hora del cuento estándar, pero ¿ha tenido alguna experiencia de hora del cuento dirigida a un publico con alguna discapacidad o necesidad especial? Si es así, ¿qué tal fue su experiencia y qué tipo de ajustes hizo en su logística?

[pullquote]Los cuentos tradicionales han sobrevivido sin marketing ni promociones, solo por su calidad y porque el público tenía ganas de oírlos.[/pullquote]

Joan de Boer:

En primer lugar, comentar que con el uso la palabra “estándar” uno puede pensar que realizar una sesión de cuentos es cosa fácil y no creo que sea así, es un tema complejo que requiere de talento, experiencia y motivación.

Puntualmente he realizado sesiones de cuentos para discapacitados psíquicos y he tenido sensaciones contradictorias. Por una parte, uno no sabe hasta qué punto se entiende la historia y, por otra parte, mirando las caras de los espectadores te das cuenta que están viviendo un momento muy especial para ellos. En particular, si pueden participar en la historia y sentirse protagonistas.

David: Por la experiencia que tiene como narrador, seguro que podría compartir con nuestros lectores y lectoras el tipo de historias que, de partida, suelen tener más éxito o enganche entre el público asistente a sus sesiones.

[pullquote]El cuento es un viaje emocional que hacemos en compañía del lector o el oyente en el caso del cuento narrado.[/pullquote]

Joan de Boer:

Los mejores narradores que conozco coinciden en una cosa: la mayoría de su repertorio está formado por cuentos tradicionales, adaptados a su manera, evidentemente. Los cuentos tradicionales han sobrevivido sin marketing ni promociones, solo por su calidad y porque el público tenía ganas de oírlos. No dudo que hoy en día se estarán creando o recreando historias que en el futuro vamos a considerar como tradicionales. El público decide qué historias van a pasar a la historia.

David: Relacionado un poco con la pregunta anterior, ¿cómo se enfrenta a una sesión de la hora del cuento cuando la historia que va a narrar tiene tintes tristes? 

[pullquote]El público decide qué historias van a pasar a la historia.[/pullquote]

Joan de Boer:

Me parece interesante que puntualmente el cuento tenga algún momento triste, tenso, un poco dramático… en el fondo el cuento es un viaje emocional que hacemos en compañía del lector o el oyente en el caso del cuento narrado. Muchos cuentos actuales son todo felicidad, perfección y armonía, y uno se pregunta: ¿dónde está el conflicto?

Queremos evitar la sensación de dolor a nuestros hijos y eso considero que no es positivo. En el mundo existe el dolor y la tristeza, la ficción es un lugar ideal para experimentarlos.

David: Seguro que, en algún momento, el público se lo ha puesto difícil o ha ocurrido algún imprevisto en medio de una sesión y ha tenido que arreglárselas para salir del paso. ¿Cuál ha sido su hora del cuento más comprometida en este sentido? ¿cómo resolvió el tema?

Joan de Boer:

Evidentemente los niños son niños y se comportan como niños, no podemos esperar que tengan el comportamiento educado y respetuoso de un adulto. Por otra parte son capaces de vivir las historias de ficción a un nivel que difícilmente veremos en un adulto, casi como si la historia transcurriera realmente ante sus ojos.

Cuando alguien no se comporta correctamente en el transcurso del espectáculo, me sitúo ante él y le miro fijamente a los ojos sin dejar de contar la historia. El efecto es fulminante.

David: Para finalizar esta breve entrevista, voy a pedirle algo que seguro le va a costar responder dada su experiencia y larga trayectoria. Si mirara hacia atrás en el tiempo, ¿cuál considera que ha sido la sesión en la que más ha disfrutado? ¿qué ingredientes cree jugaron un papel principal en el éxito de la misma?

[pullquote]En el mundo existe el dolor y la tristeza, la ficción es un lugar ideal para experimentarlos.[/pullquote]

Joan de Boer:

Hace unos años en un festival de una población de Lleida conté cuentos ante unas doscientas personas. Era un día soleado, me sentía feliz, tenía un buen equipo de sonido, el público estaba expectante y cualquier cosa que decía se convertía en la cosa más graciosa del mundo. Fue un día maravilloso.

Espero que mi libro “La hora del cuento en las bibliotecas” ayude a convertir en maravillosas todas las horas del cuento de las bibliotecas y podamos así ayudar fomentar la lectura, la creatividad y la imaginación, y construir un mundo más justo, más sano y mejor.

BOOK TRAILER

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¡MUCHAS GRACIAS JOAN POR TOMARTE EL TIEMPO DE RESPONDER A MIS PREGUNTAS!

Editorial: UOC Autores: Joan de Boer Referencia bibliográfica: Boer, Joan de. La Hora del Cuento en las bibliotecas. Claves para su organización. Barcelona: UOC, 2017. 109 p. ISBN 978-84-9064-397-6

David Gómez

Gestor del conocimiento en el Observatorio de la Infancia en Andalucía. Me interesa la evaluación científica y la literatura infantil. Disfruto, día a día, de los pequeños momentos en familia.

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